Hablar del laboreo
Ah, primavera: por fin pían los pájaros, por fin los días son más cálidos y largos y (al menos si vives en el Sur) todo está cubierto de polen. Realmente es un momento mágico. La primavera también significa que es hora de empezar a prepararse para plantar el jardín y muchos jardineros domésticos se saltan un paso importante: la labranza.
¿Por qué hay que rellenar?
¿Qué es exactamente el laboreo y por qué es tan importante? El laboreo es básicamente el proceso de aflojar la tierra antes de empezar a plantar. Este proceso ayuda a reoxigenar la tierra y a prepararla para que tus verduras vivan su mejor momento. También tiene la ventaja adicional de reducir las malas hierbas. Todos los inviernos, las semillas de malas hierbas acechan bajo la superficie, a la espera de brotar y apoderarse de su jardín. La labranza tritura las semillas y las raíces, lo que dificulta la labor de las malas hierbas y facilita el trabajo de la espalda.
Antes de empezar
Antes de labrar, debe asegurarse de que la zona está libre de basura, piedras o cualquier cosa que pueda dañar la fresadora. También debes asegurarte de que el suelo esté lo suficientemente caliente y seco para que puedas labrarlo. El hecho de que haya 70 grados en el exterior no significa que el suelo esté tan caliente. Una buena forma de comprobar el calor del suelo es introducir el dedo unos 5 ó 6 cm en la tierra. Si el dedo se enfría al cabo de un minuto, es que aún está demasiado frío para lamerlo. Si labras antes de que el suelo esté listo, harás más mal que bien. El laboreo también es un buen momento para introducir abono o compost en el jardín. Esparza los nutrientes de su elección por el suelo justo antes de labrar. Además, al aflojar la tierra, también aportas nutrientes muy importantes para que tu jardín obtenga los alimentos que necesita. Todos salimos ganando.
Lista de control del laboreo
Repasemos nuestra lista de comprobación una vez más: Nos hemos asegurado de que la zona está libre de piedras o basura, de que el suelo está seco Y caliente, y de que hemos esparcido nutrientes útiles por la parcela. ¡Parece que estamos listos! Puedes labrar a la antigua usanza: con pala, rastrillo, carretilla, guantes y la necesaria visita posterior a tu quiropráctico local. Si eso no te parece muy divertido, también puedes utilizar un timón mecánico. Sin embargo, en LS Tractor queremos facilitarle las cosas. Si tiene un tractor, eche un vistazo a nuestra línea de motocultores con toma de fuerza. Sólo tiene que engancharlo detrás de su tractor y listo. Muy fácil.
Después del laboreo
Una vez que hayas labrado, ya sea a mano o con tractor, asegúrate de esperar una o dos semanas antes de plantar el huerto para que la tierra tenga tiempo suficiente de absorber todos los nutrientes que acabas de aportarle. Asegúrese de que sólo labra como máximo dos veces al año para ayudar a controlar la erosión. Este verano, cuando tengas el mejor jardín de la ciudad, podrás relajarte y ver cómo los demás se preguntan cómo lo has hecho. Algunos expertos dicen que los celos son el mejor abono para un huerto pequeño, y ahora estás preparado para la mejor recompensa de todas: presumir.